Longines Legend Diver
- Juan Díaz
- 21 sept 2015
- 2 Min. de lectura
El Longines Legend Diver es uno de los iconos de la marca e incluso de la relojería suiza en general. Es sin duda una de las estrellas de los foros de aficionados a la relojería.

Fué el primer reloj suizo que compré. Se trata de una reedición de un modelo original de los años 60. En realidad, es un diseño común a un puñado de relojes cuyos fabricantes usaron la caja denominada Super-compressor patentada por Ervin Piquerez. Marcas conocidas como IWC, Fortis, Lip, Hamilton, Landeron o más desconocidas como Delvina o Aetos han usado esa misma caja para sus relojes e incluso en la actualidad varios de ellos usan diseños similares.

En su versión actual, la caja se ha modernizado en cuanto a su tamaño, alcanzando un diámetro de 42mm, más acorde a los gustos actuales y su calibre automático, aunque tiene la denominación Longines L 633, no es sino el archiconocido ETA-2824 en acabado "elaboree", un estandar de la relojería suiza usado por infinidad de fabricantes. La versión con fechador tiene como referencia L3.674.4.50.0. El cristal es de zafiro con varias capas de tratamiento antirreflejos y tanto las agujas como los índices llevan Super-Luminova bastante efectiva, aunque no tanto como la del Omega Seamaster 300 (Bond).

Estanco hasta 30Bar y con 38h de reserva de marcha. Dispone de una corona a las 2h para el ajuste del bisel interno y otra a las 4h para el ajuste de la hora y la fecha.

A pesar de tratarse de un reloj de buceo, el uso de un bisel interno lo hace un reloj muy elegante que no desentona con cualquier tipo de vestimenta.

Pocos relojes con reminiscencias vintage tienen tanta personalidad. Es sin duda uno de los relojes que más echan de menos aquellos que en algún momento decidieron cambiarlo por otro.
Para más información visitar el sitio oficial de Longines.